Italia: los nexos criminales con los cárteles mexicanos

En años recientes el trasiego de droga desde América Latina hacia Europa ha buscado nuevas rutas. Las alianzas que cárteles mexicanos de la droga como el de Sinaloa o el del Golfo han hecho con tres de las principales mafias italianas dan fe de ello. La autoridad italiana ha logrado deshacer intentos de nuevas rutas que introduzcan los estupefacientes al denominado viejo continente… por ahora.

ROMA, Italia.- El 9 de enero de 2020 se registraba una enésima erupción espectacular del volcán Etna y en Catania, la ciudad siciliana de historia milenaria que se erige a sus pies, las fuerzas del orden desarticulaban un intento del cártel de Sinaloa de abrir una nueva ruta para la introducción de cocaína a Europa.

Mediante la operación Halcón las policías de Italia, España y Colombia impidieron que el grupo sinaloense distribuyera un cargamento de 406 kilos de droga entre clanes mafiosos locales, en la que supone ser la más reciente prueba documentada de alianzas transnacionales tejidas entre organizaciones criminales mexicanas e italianas.

El grupo criminal había sido infiltrado desde meses antes por agentes encubiertos y la operación era monitoreada por efectivos de la guardia de finanzas, una fuerza especial de la policía italiana, explica a Underground el procurador italiano Antimafia, Federico Cafiero De Raho.  Lo anterior, luego de las alertas de la Interpol sobre envíos de cargamentos de cocaína desde América Latina hacia Europa.

En el marco del operativo Halcón se detuvo a los guatemaltecos Daniel Esteban Ortega Ubeda, alias Tito, y Félix Rubén Villagrán López, a quienes las autoridades italianas consideran miembros del cártel de Sinaloa y en mayo pasado fueron condenados a 12 años de cárcel por esos hechos.

Otro de los imputados es el mexicano José Angel Rivera Zarzuela, alias El Flaco, prófugo de la justicia y quien según la jueza de indagaciones preliminares del Tribunal de Catania, Maria Ivana Cardillo, era el “organizador y responsable” del cargamento de cocaína interceptado, además de “referente en Italia del cártel mexicano de Sinaloa”.

Así mismo, fue arrestado el italiano Mauro Da Fiume, apodado Charlie, quien en 2015 estuvo involucrado en una investigación en la que aparecía como lugarteniente de un “capo” de la Ndrangheta, la mafia calabresa. A finales de 2019 Da Fiume había citado a los guatemaltecos del cártel mexicano en la norteña ciudad de Verona para una primera entrega de tres kilos de cocaína. El acuerdo era que arribarían a Catania pequeños cargamentos, de 20 kilos cada uno,  por un total de 300 kilos, que  al final resultaron ser 406.

De acuerdo con el capitán Pablo Leccese, del Grupo de Investigación sobre Criminalidad Organizada (GICO) de la guardia de finanzas, Catania había sido elegida como “base logística” para desembarcar la cocaína colombiana transportada por el cártel mexicano y que en un primer momento debía llegar por vía aérea para ser distribuida en el norte de Italia y en Europa. Esa misma célula del cártel de Sinaloa, dice el funcionario, ya había introducido por lo menos otros mil 500 kilos de droga en Europa y el cargamento hacia la ciudad siciliana representaba el primer intento hacia una nueva ruta.

Leccese no confirma -por motivos de reserva de la investigación- si en el operativo había involucrados, además de hombres de la Ndrangheta, integrantes de clanes locales de Cosa Nostra, la mafia siciliana.

Al respecto, Cafiero De Raho señala que recientes investigaciones constatan la capacidad de familias mafiosas de relacionarse directamente con los narcos de países de Centro y Sudamérica para importar cocaína incluso en pequeñas cantidades con el objetivo de no ser descubiertos.

“Mientras antes teníamos un monopolio de la Ndrangheta en la adquisición de la cocaína, que esa mafia compraba para distribuir también a las otras organizaciones mafiosas, ahora algunas intercepciones de las fuerzas del orden han puesto en evidencia que en ocasiones cargamentos especialmente consistentes, de varias toneladas de cocaína, son compradas conjuntamente, en parte proporcional, por Cosa Nostra, Camorra (la mafia napolitana)  y Ndrangheta. Más recientemente se ha detectado que la adquisición de la droga se hace incluso por cantidades más pequeñas, por parte de clanes individuales”, explica a este medio el procurador italiano Antimafia.

EL PUERTO DE GIOA TAURO PUERTA DE INGRESO DE LA COCAÍNA

El puerto italiano de Gioa Tauro es considerado un nodo de transbordo fundamental que conecta las redes marítimas globales y regionales que atraviesan el Mediterráneo. También ha consolidado su importancia como ruta de ingreso de la cocaína -traficada en parte por los cárteles mexicanos- que llega al país europeo principalmente desde América Latina.

En 2020 y pese a la pandemia del COVID-19, en ese puerto, en el extremo sur-occidental de la península, fueron confiscadas en 24 operaciones de las fuerzas del orden más de seis toneladas del “polvo blanco”. Con ello se confirmó como el punto de ingreso más importante de dicha droga a Italia, según datos de la dirección central de servicios antidroga del ministerio del Interior.

En uno de esos operativos, realizado el 4 de noviembre de 2020, fue descubierto un cargamento de casi una tonelada de cocaína purísima escondida en un contenedor que transportaba mejillones congelados que llegaron desde Chile. Cálculos de oficiales de la guardia de finanzas estiman que en el mercado interno el cargamento de droga habría dejado ganancias de hasta 190 millones de euros.

Inaugurado apenas en 1994, el puerto de Gioa Tauro está ubicado en la sureña región de Calabria, cuna de la Ndrangheta, una de las tres principales mafias italianas, considerada por el fiscal antimafia de Catanzaro, Nicola Gratteri, como la más globalizada de Europa y la que controla el tráfico de cocaína, con una facturación estimada hasta el momento en 43 mil millones de euros.

De 63 años de edad y desde hace décadas bajo protección especial, Gratteri es el principal artífice del combate a la mafia calabresa, contra la cual abrió hace unos meses el mayor juicio de la historia, con un total de 325 acusados y 400 cargos de imputación.

“Durante decenios la Ndrangheta fue subestimada, considerada la versión pobre de su pariente, la Cosa Nostra y como un fenómeno típico del atraso de Calabria. Pero esta larga y peligrosa subestimación contribuyó a que ahora se haya convertido en una organización criminal multinacional”, explica en entrevista Gratteri.

El término Ndrangheta tiene sus orígenes en “andragatizomai”, que en griego significa “hombre valeroso”. Esta organización criminal emergió durante la formación del moderno Estado italiano en el siglo XIX, en un territorio que en la antigüedad era parte de la “Magna Grecia”.

La diferencia con Cosa Nostra, dice el fiscal de Catanzaro, es que la Ndrangheta ha buscado siempre pasar desapercibida y ha evitado enfrentar directamente al Estado, como en cambio lo hizo en los años noventa la mafia siciliana. Igualmente, explica, a diferencia de Cosa Nostra, la Ndrangheta recluta a sus miembros a través del criterio de los vínculos familiares directos, lo que resulta en una “extraordinaria cohesión” de la organización criminal, que cuenta con el menor número de “pentiti” o colaboradores de la justicia.

LA NDRANGHETA Y LOS CÁRTELES MEXICANOS

Gratteri ha estado al frente de los operativos que han develado los vínculos entre la organización calabresa y los cárteles de la droga mexicanos.

El primero fue la operación italo-estadunidense “Reckoning-Solare”, que tuvo lugar en septiembre de 2008 y representó un golpe al narcotráfico internacional con 632 arrestos, más de 88 millones de dólares confiscados entre dinero en efectivo, inmuebles, vehículos y armas, además de algunas decenas de toneladas de cocaína, heroína, mariguana y metamfetaminas.

El operativo desbarató una alianza entre la Ndrangheta y el cártel mexicano del Golfo, cuyo brazo armado eran entonces Los Zetas. Los investigadores descubrieron que los mexicanos surtían de cocaína a la familia ndranghetista Schirripa, propietaria de una pizzeria en el barrio Corona de Nueva York, base de operaciones del intercambio criminal.

Entre los arrestados estuvieron el narco ecuatoriano Luis Calderón y cuatro integrantes de la cúpula del cártel del Golfo: Miguel Treviño Morales, Heriberto Lazcano Lazcano, Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén y Jorge Eduardo Costilla Sánchez, además de dos intermediarios vinculados con la misma organización, Christopher Castellano e Ignazio Díaz.

Según la reconstrucción del operativo hecha en su momento por la fiscalía de Reggio Calabria, Vincenzo y Giulio Schirripa mantenían contactos con Gris Castellano, del cártel del Golfo, mientras en Italia los encargados de organizar el intercambio eran los padres de los dos hermanos Schirripa, quienes distribuían la cocaína a miembros de las familias mafiosas Ierinó, Coluccio-Aquino y Longo-Versace.

En julio de 2011, un juez de indagaciones preliminares de Reggio Calabria (la capital calabresa), emitió 45 órdenes de arresto por conspiración criminal relacionada con tráfico internacional de droga, lo que permitió a las policías de Italia, España, Estados Unidos y Holanda abrir investigaciones que llevaron a confiscar casi 810 kilos de cocaína.

Denominada Crimine 3 esta nueva operación sacó a la luz la existencia de un consorcio entre las familias “ndranghetistas” Ierino, Aquino, Bruzzese, Comisso, Siderno y Pesce para introducir en Italia cocaína que llegaba de Centro y Sudamérica. Una figura clave en el entramado era Vincenzo Roccisano, tío de los hermanos Schirripa, quien mantenía contactos con algunos miembros de Los Zetas que traficaban droga a Nueva York.

El grupo organizaba la introducción del “polvo blanco” a Italia a través del puerto de Gioia Tauro en cargamentos de la compañía Diamante Fruit, que exportaba plátanos y otros productos de Ecuador a Europa. La droga era escondida en contenedores de barcos de carga y una vez arribada al puerto italiano era almacenada en bodegas de empresas cómplices de la familia Pesci previamente a su distribución.

Antes de Halcón, el último operativo en el que la policía italiana descubrió nexos entre las organizaciones criminales del país europeo y los cárteles mexicanos, tuvo lugar en 2012 y fue llamado Monterrey. Los investigadores develaron que los hermanos Bruno y Elio Gerardi habían creado una red internacional de tráfico de droga que involucraban a miembros de Cosa Nostra y de la Camorra napolitana y que traficantes mexicanos de Monterrey ayudaban en el transporte de cientos de toneladas de cocaína desde esa ciudad a Palermo, la capital siciliana.

La investigación, sin embargo, solamente identificó a los “correos” de la droga y a los compradores, pero no pudo establecer quienes eran los emisarios de los cárteles mexicanos en Italia, ni la manera en la que se habían infiltrado.

Según el escritor Roberto Saviano la Camorra es la organización criminal europea con mayor número de afiliados. Sin embargo, nunca ha tenido la estructura unificada y relativamente homogénea de la Cosa Nostra y la Ndrangheta y, al contrario, la mafia napolitana se ha caracterizado por la inestabilidad de su arquitectura, los continuos enfrentamientos entre sus diferentes bandas y una dimensión que ha sido considerada casi como de delincuencia callejera.

En tanto expertos como Diego Gambetta señalan que las mafias italianas, especialmente Cosa Nostra, son “una industria difícil de exportar” porque tienen una gran dependencia de su territorio y medio ambiente locales, en los últimos años otros especialistas destacan el impacto de la globalización, que las ha internacionalizado.

RUTAS CAMBIANTES

Según el ex presidente de la comisión Antimafia del Parlamento italiano, Francesco Forgione, experto en asuntos de crimen organizado y narcotráfico, la ruta latinoamericana de Gioia Tauro no es la única utilizada por los cárteles mexicanos y colombianos.

“Las rutas cambian en función de las investigaciones de la autoridad judicial y, en última instancia, de las modificaciones geocriminales a nivel global. No hay duda de que España es una puerta de ingreso en Europa, así como algunos puertos del norte del continente, como el de Rotterdam, Holanda, al igual que diversos países africanos de la costa Atlántica se han consolidado como rutas de acceso de la droga que entra a Europa. La Ndrangheta a menudo está presente en todos estos lugares con sus propias instalaciones y estructuras”, dice Forgione a Underground.

Sin embargo, el operativo Crimine 3 descubrió que Vincenzo Roccisano estaba en contacto con Cosa Nostra a través de Giuseppe Spatola, un importante miembro de la organización criminal siciliana que operaba en Palermo. Según los investigadores, cuando la Ndrangheta no podía asegurar cobertura financiera debido a los encarcelamientos o confiscaciones de las fuerzas del orden, la mafia siciliana era inmediatamente llamada para ocuparse del tráfico desde América Latina, facilitando el flujo de efectivo demandado por Los Zetas.

Según el magistrado Giuseppe Pignatone, ex fiscal general de Reggio Calabria y de Roma, a partir de los primeros años del siglo XXI  la relación entre la Cosa Nostra y la Ndrangheta se comenzó a modificar, pues mientras en los años noventa la mafia siciliana tenía la hegemonía en el tráfico de heroína, después la organización criminal calabresa consolidó el control del tráfico de la cocaína, con Cosa Nostra que le daba apoyo en la distribución.

Un reporte de 2016 de la Dirección de Investigación Antimafia (DIA) italiana asegura que las organizaciones mafiosas italianas se han vuelto “líquidas” y su control del territorio ha sido reemplazado por una indeterminada “fluidez”. Asimismo, el informe destaca que la globalización aumenta la capacidad de las mafias para adquirir internacionalmente los recursos que necesitan y que esas organizaciones no han perdido contacto con sus territorios, clanes o familias de referencia, lo que representa, al mismo tiempo, su punto de fuerza y su talón de Aquiles.

Es en ese nuevo contexto globalizado en el que según Cafiero De Raho, las mafias italianas han reforzado sus contactos con los cárteles mexicanos, más claramente vinculados con la esfera transnacional.

DETRÁS DE LA HISTORIA

Los vínculos entre las mafias italianas y los cárteles mexicanos han estado cubiertos de un halo de misterio y secrecía. A ello se suma la leyenda que envuelve a algunos de estos grupos, en particular la Cosa Nostra siciliana, considerada por años como la máxima expresión de lo que es un organización criminal organizada. Como corresponsal en Italia me ha interesado conocer esta realidad y he seguido directamente algunas de las investigaciones que han sacado a la luz oficialmente estos contactos. Aunque en realidad se cuentan con los dedos de una mano, demuestran que hay una evolución de las agrupaciones mafiosas italianas, que durante un tiempo estuvieron circunscritas a un territorio específico y que ahora se expanden rápidamente a través de las fronteras regionales y nacionales, a menudo en alianza con grupos extranjeros, en este caso los cárteles mexicanos.

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