México es el tercer país de América Latina, y el quinto en el mundo, que más hostilidad política registró en redes sociales a causa de su bajo nivel democrático y desigualdad, de acuerdo con una investigación conjunta de la Universidad del Centro de Europa y de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca.
México aparece sólo detrás de Brasil, Argentina, Pakistán y Turquía.
El estudio reveló que existe una relación directa entre el comportamiento agresivo de los usuarios cuando debaten temas políticos en redes y el nivel de democracia y distribución de la riqueza de los países en los que viven. Además, señala que las personas que son hostiles en internet también suelen serlo en la vida real.
“Las narrativas públicas y académicas dominantes suelen atribuir esta hostilidad a características comunes de las grandes plataformas de medios sociales (como el anonimato, los algoritmos de recomendación y las cámaras de eco), sugiriendo que la hostilidad se desarrolla a medida que la gente se conecta a dichas plataformas”, refiere el estudio que analizó la situación en 30 países, entre ellos México.
Sin embargo, continúa el documento, “la hostilidad en línea puede estar impulsada por una minoría de individuos que buscan estatus y que están igualmente predispuestos a la hostilidad en los debates políticos cara a cara y en línea, y que son particularmente propensos a surgir en entornos no democráticos y desiguales. En consonancia con este argumento, los resultados demuestran que los ciudadanos de países menos democráticos e igualitarios experimentan más hostilidad política en las redes sociales que los de países más democráticos e igualitarios”.
El nivel de la hostilidad en redes sociales está además relacionado con el nivel de agresión fuera de ellas. Si una persona se muestra hostil durante un debate político en redes sociales, es igualmente probable que lo sea en debates fuera de internet.
A nivel psicológico, los usuarios de países con mayores condiciones de pobreza y pocos medios democráticos suelen cargar con mayor frustración, debido a que la desigualdad los lleva a luchar de forma más agresiva por su posición social. En palabras de los autores: “entre más largos los pasos en la escalera social, mayor ferocidad mostrarán las personas al luchar para subir y evitar caer”.
Esta búsqueda de estatus refleja una motivación psicológica orientada a la dominación, lo que implica una predisposición a incitar el miedo por medio de la agresión. Esto se ve reforzado por las dinámicas comunicacionales de las redes sociales que inhiben la capacidad de sentir empatía y los algoritmos de las plataformas que recompensan mensajes moralistas o controversiales.
En un texto publicado el pasado 19 de junio en The Conversation, el investigador francés Antoine Marie, experto en psicología política y uno de los autores del estudio, detalla:
“Nuestro estudio muestra que los individuos que más se entregan a la hostilidad en línea son también los que tienen una mayor asunción de riesgos impulsada por la búsqueda de estatus. Este rasgo de la personalidad corresponde a una orientación hacia la dominación, es decir, una propensión a tratar de someter a los demás a la propia voluntad, por ejemplo mediante la intimidación.
“Según nuestros datos transculturales -añade el investigador-, los individuos con este tipo de personalidad dominante son más numerosos en los países desiguales y no democráticos. Del mismo modo, análisis independientes muestran que la dominancia es un elemento clave en la psicología del conflicto político, ya que también predice que se compartan más ‘fake news‘ burlándose o insultando a los oponentes políticos, y una mayor atracción por el conflicto político offline, en particular”.
➠Aquí puedes leer el estudio (en inglés)
Ricardo Sánchez Hernández forma parte del programa de impulso a estudiantes de periodismo de Underground Periodismo Internacional.