Código ético

No aceptamos subvenciones de gobiernos y estamos alejados de intereses empresariales y proyectos políticos de cualquier tipo.
Nos hacemos responsables de la precisión de nuestro trabajo. Verificamos toda la información de nuestros textos antes de publicarla y usamos fuentes originales siempre que sea posible.
No plagiamos y damos crédito a los generadores de otros contenidos. Identificamos a nuestras fuentes de manera clara para que los lectores puedan juzgar su confiabilidad y motivaciones.
Buscamos aquellas fuentes cuya voz raramente se escucha.
Distinguimos claramente todo contenido patrocinado o de opinión.
A menos que haya una causa excepcional de interés público, o que sea relevante a la historia y no vaya contra su seguridad y bienestar, no publicamos fotografías o declaraciones de menores de edad sin su consentimiento o el de un adulto que lo represente legalmente.
No discriminamos por ninguna razón (edad, discapacidad, salud mental, identidad sexual, estatus marital o civil, embarazo, grupo étnico, religión o cualquier otra característica que pueda volver a una persona vulnerable a la discriminación).
No haremos referencia a ninguna condición que pueda prestarse a discriminación a menos que sea relevante para la historia.
No incitamos al odio contra ningún grupo o persona.
No identificamos a personas directa o indirectamente implicadas en un proceso judicial y preservamos el anonimato de las víctimas de agresión sexual, salvo el consentimiento expreso de la persona.
Protegemos el anonimato de las fuentes cuando ha sido acordado y cuando la fuente no haya renunciado a ella. No podremos sostener el anonimato cuando la fuente que la solicitó fue abiertamente deshonesta en su actuar.
Tratándose de suicidio o intentos de suicidio no proveemos detalles excesivos del método utilizado ni especulamos sobre los motivos.
No trabajamos un tema si consideramos que existe un conflicto de interés real o incluso si así pudieran percibirlo nuestros lectores.
Fomentamos el diálogo con nuestra audiencia. Explicamos a nuestros lectores las decisiones éticas que tomamos y cómo fue que las tomamos, y los animamos a discutir nuestras prácticas periodísticas, coberturas y contenidos.
Respondemos rápidamente a través de nuestros canales y redes sociales a cualquier inquietud sobre la precisión, claridad o imparcialidad de nuestro trabajo.
Reconocemos nuestros errores y los corregimos.
*Basado en los códigos de IMPRESS del Reino Unido y de la Sociedad de Periodistas Profesionales de Estados Unidos.