En un operativo conjunto realizado la madrugada del 10 de octubre pasado en el estado de Quintana Roo, México, fue detenido Mikael Ahlström Tenezos -alias El Greken o El Griego-, presunto cabecilla de la organización criminal sueca Dalennätverket -la llamada red Dalen-, según fuentes oficiales mexicanas y medios internacionales.
El arresto se produjo sobre un tramo de la autopista Cancún-Mérida, mediante una serie de acciones coordinadas entre la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Fiscalía General de la República (FGR), la Marina y la Defensa Nacional (Sedena), quienes informaron del trabajo conjunto con autoridades europeas. También fue capturado su supuesto operador logístico, identificado como Tomás Alejandro Quibrera Romero, detenido al mismo tiempo.
Según las investigaciones preliminares, la red bajo su mando operaba con enlaces entre Suecia y México, dedicándose al tráfico de drogas, armas y lavado de dinero. En territorio mexicano, El Greken, de 27 años, habría utilizado propiedades de lujo en Cancún y Mérida como parte de su infraestructura financiera, camuflando fondos ilícitos mediante empresas fachada del ramo inmobiliario. Las autoridades habrían incautado documentos, equipos de comunicación y dosis de sustancias ilegales durante el operativo.
Aunque México y Suecia no cuentan con un tratado formal de extradición, las autoridades suecas ya han solicitado su traslado para enfrentar cargos por homicidio, narcotráfico y lavado de activos. Hasta el momento, El Greken permanece bajo custodia de la FGR en México, mientras se procesa su posible entrega a las autoridades europeas.
¿Quién es El Greken?
Mikael Greken Ahlström Tenezos es, según el canal público de noticias SVT, uno de los rostros más emblemáticos del nuevo crimen organizado en Suecia: joven, carismático, disciplinado y con una estructura de mando que ha sabido combinar tecnología, poder económico y violencia. Nacido en Estocolmo, la capital sueca, Tenezos creció en el distrito de Enskededalen y, como señalan los reportes del periódico Svenska Dagbladet, su vida parecía encaminarse hacia el deporte: fue jugador de hockey sobre hielo antes de convertirse en un símbolo de la delincuencia entre la juventud sueca.
De acuerdo con SVT, su nombre empezó a figurar en los archivos policiales por ahí de 2016, cuando se trasladó a Västernorrland (centro de Suecia) para integrarse a un club deportivo local. Ahí, bajo la apariencia de una vida normal, comenzó su relación con lo que después sería la red Dalen, una de las organizaciones delictivas más influyentes del país. Fuentes del canal público regional de SVT indican que, desde entonces, El Greken asumió un papel de coordinación entre distintos grupos juveniles y redes de narcotráfico del sur de Estocolmo.

Según investigaciones del principal diario del país, el Aftonbladet, el joven Tenezos ascendió rápidamente en el ecosistema criminal. En pocos años pasó de intermediario a cabecilla, expandiendo el control territorial de su grupo hacia regiones como Sundsvall, Södertälje, Åkersberga y Växjö. En cada una de ellas, la policía identificó patrones de violencia y tráfico de drogas asociados a la red Dalen. De acuerdo con esos informes, Tenezos no ejecutaba personalmente los delitos: los ordenaba a distancia, a través de teléfonos cifrados y aplicaciones encriptadas.
Uno de los aspectos más inquietantes, subraya SVT, es el uso sistemático de menores de edad en sus operaciones. Los fiscales suecos le atribuyen haber reclutado adolescentes para realizar ataques, tiroteos y agresiones con granadas. En varios casos, los jóvenes detenidos confesaron haber recibido órdenes “de un hombre al que llamaban el Griego”, un alias que se volvió recurrente en expedientes judiciales. Según la misma fuente, ese modus operandi -mando a distancia y uso de intermediarios- ha hecho extremadamente difícil responsabilizarlo penalmente.
Tenezos enfrenta imputaciones por narcotráfico agravado, lavado de dinero, tráfico de armas y tentativa de homicidio. Según SVT, su organización dominó el mercado de drogas en el norte del país, desplazando a bandas locales y asegurando rutas de distribución hacia Estocolmo. Fuentes policiales suecas consultadas por el servicio informativo Omni Nyheter añaden que la red Dalen también habría establecido conexiones con grupos criminales en los Balcanes, lo que amplió su capacidad logística y financiera.
El liderazgo de El Greken se caracterizaba por una estructura flexible: delegaba operaciones a células autónomas, pero conservaba el control financiero y estratégico. Varios testigos protegidos han descrito que sus órdenes llegaban a través de audios cortos y mensajes en clave. En términos de organización, explican los reporteros de SVT, la red Dalen combina la brutalidad callejera con un manejo empresarial de los recursos: reinversión del dinero ilícito en criptomonedas, transporte internacional y bienes raíces.
El conflicto entre la red Dalen y otras organizaciones —como Foxtrotnätverket o la red Foxtrot-, dirigido por el famoso delincuente Rawa Majid, alias el zorro kurdo— ha sido una constante en la nota roja sueca. Svenska Dagbladet señala que la rivalidad por el control del mercado de drogas en Estocolmo y Uppsala -de donde es Majid- desató desde 2022 una ola de asesinatos, tiroteos y atentados con explosivos que marcaron un antes y un después en la violencia urbana del país. Según SVT, varios de esos actos fueron ordenados directamente desde el extranjero por Tenezos.
En 2023 y 2024, los tribunales suecos lo declararon “detenido en ausencia” por múltiples causas. Según Aftonbladet, esa figura jurídica le permitió ser objeto de órdenes internacionales de captura, aunque su paradero fuera desconocido. Los investigadores sostienen que El Greken coordinaba operaciones desde el exterior, aprovechando vacíos legales en materia de extradición y supervisando los flujos de dinero mediante redes financieras opacas.
De acuerdo con SVT, la red Dalen logró un modelo de supervivencia notable: cuando uno de sus jefes locales caía detenido, otro asumía inmediatamente el control. Ese esquema celular, inspirado en las mafias balcánicas y adaptado al contexto sueco, permitió a la organización mantener sus ingresos, que se estiman en millones de coronas anuales provenientes del tráfico de drogas y de armas. Omni añade que parte del dinero fue canalizado a inversiones en criptomonedas y apuestas en línea.
El impacto social de esta estructura ha sido devastador. El reclutamiento de jóvenes vulnerables -muchos de ellos migrantes o hijos de migrantes- convirtió a las zonas periféricas de Estocolmo y Södertälje en semilleros de sicarios adolescentes. Los expertos en criminología entrevistados por Aftonbladet advierten que figuras como El Greken transformaron la violencia en una economía paralela donde los niños se vuelven soldados a cambio de prestigio y dinero rápido.
La policía sueca considera que Tenezos es, junto con Rawa Majid e Ismail Abdo alias Fresa -ambos prófugos en Turquía-, uno de los tres hombres más poderosos del crimen organizado en Suecia. El portal Omni afirma que su liderazgo combina una estética de lujo —autos, joyas, residencias— con un modelo corporativo de operación. En palabras de un inspector citado por SVT, Greken “no es un gánster de calle; es un empresario del crimen”.
Según analistas de Svenska Dagbladet, la dificultad para procesarlo se debe tanto a la sofisticación de su red como a la debilidad del marco legal sueco para perseguir delitos cometidos a distancia. Las nuevas leyes sobre participación criminal y responsabilidad penal juvenil se diseñaron precisamente como respuesta a casos como el suyo, donde los ejecutores son adolescentes y el autor intelectual está fuera del país.
En palabras de SVT, El Greken simboliza el cambio de era del crimen sueco: menos visible, más conectado, más global. Su historia expone no solo la fragilidad institucional de un Estado de bienestar frente a la criminalidad digitalizada, sino también la transformación cultural de una generación que encontró en la violencia un camino rápido hacia el poder.
Editor: Marco Appel
