Por: Yetlaneci Alcaraz y Marco Appel
BRUSELAS | BÉLGICA
La mexicana Jessica Astorga quería empezar una nueva vida en Francia. Deseaba terminar allá su carrera de arquitectura, trabajar y ser una mujer independiente con el apoyo de su esposo francés.
Pero el camino tomó otro rumbo y la joven cayó en un profundo foso emocional que su pareja contribuyó a cavar con un comportamiento destructivo hacia ella. La historia terminó en tragedia: la noche del 11 de agosto de 2018, durante una fuerte discusión sobre el futuro de su relación y bajo el efecto de la heroína, Pierre-Olivier Labastida Garnier la asfixió y luego arrojó su cuerpo desde el tercer piso del edificio en el que vivían en la ciudad de Lyon para simular un suicidio.
La pareja llevaba un año casada y él quería el divorico. Jessica se negaba porque tenía la esperanza de que con la voluntad de ambos podrían recomponer su matrimonio. Pero Pierre no estaba dispuesto a hacer ningún esfuerzo y, por el contrario, insistía con comentarios hirientes: repetía que no funcionaban como pareja, que ya no quería estar con ella, que era “una carga” para él y que lo mejor era que regresara a México y “fuera libre”.
“Eran comentarios que hundían la autoestima” de Jessica, relata desde México su hermana mayor, Aline Astorga, con quien estaba muy unida, sobre todo luego del divorcio de los padres.
El juicio de Pierre -que siguió la prensa local francesa- permitió reconstruir los hechos del día del crimen. Esa tarde, él invitó a Jessica a cenar y luego la convenció de ir a Valence, un poblado que se ubica a una hora de Lyon, para visitar a su abuela que supuestamente estaba muy enferma. Pero al llegar ahí, lo que Jessica encontró fue una reunión en la que la mamá y otros familiares de su marido la presionaron para que aceptara de una vez por todas la separación conyugal.
En el camino de regreso a Lyon se detuvieron para aspirar ambos heroína, según la versión que él ofreció al tribunal y que los exámenes toxicológicos de la policía confirmaron. Pierre consumía además Xanax, un medicamento muy adictivo contra el estrés y la angustia.
El pleito entre la pareja inició luego de retomar el camino cuando ella encontró en el celular de él mensajes de su madre con consejos legales para lograr la separación. Según la versión de Pierre, al llegar a su departamento él trató de calmar a su esposa y, mientras le pedía una vez más que aceptara el divorcio, le aplicó una llave a la altura del cuello que le impidió respirar hasta perder el conocimiento y fallecer.
Entonces Pierre dejó tirado el cuerpo de Jessica en el piso, se metió otra raya de heroína, apagó las luces, puso música de rap mexicano y esperó dos horas para decidir cargar a su víctima y lanzarla por una ventana a fin de maquillar su irreparable acto. Después, casi a las cinco de la mañana, conversó durante 10 minutos por teléfono con su madre.
Las noticias locales reportaron la versión de él: que la joven mexicana de 26 años atravesaba una crisis depresiva y había saltando al vacío. Pero los estudios forenses no coincidían con esa versión y no hizo falta hurgar más porque a los dos días Pierre se presentó en la comisaría de Valence para confesar que había mentido y contar la verdad.
Tabla de salvación
Jessica conoció a Pierre en la Ciudad de México en 2016 durante una etapa complicada para ella.
Su familia entró en ese entonces en una fuerte crisis económica que hizo imposible seguir pagando las colegiaturas de las universidades privadas en las que estudiaban las dos hijas. Aline, que cursaba medicina en La Salle, obtuvo el apoyo de la escuela y pudo continuar con la carrera. Pero Jessica no, y tuvo que truncar sus estudios de arquitectura en la Universidad del Valle de México cuando estaba a punto de terminarlos.
Aline recuerda que su hermana se enojó mucho con la escuela y se sintió frustrada y abandonada por todos, incluyendo sus papás, así que decidió tomarse un año sabático y salir a divertirse con sus amigas. En una fiesta conoció a Pierre y, dice Aline, “entró en una relación de esas que crees que (una persona) llegó para salvarte”.
Después de tres meses de estancia en México, él empacó sus cosas y regresó a Francia. Decía que estaba harto de las malas condiciones laborales y los bajos salarios del país y ella lo siguió ciegamente: vendió el auto que le había comprado su mamá y, sin el apoyo de su padre que siempre desconfió del muchacho, tomó un vuelo a Europa.
Aline relata que su hermana se fue con la idea de ya no regresar a México y aprovechar la oportunidad que le brindaba su relación con Pierre de empezar desde cero. Y sí, en sus primeros meses en Francia Jessica derrochaba felicidad cuando se comunicaba con Aline y su mamá, y compartía en sus redes sociales fotografías de los viajes que hizo con él a Barcelona y a Disney París, donde se les veía contentos.
Pero Jessica había llegado a vivir a casa de su suegra, Mireille, en Valence, con una visa de turista de tres meses y, como dice su hermana, “sin un peso en la bolsa”. Dependía económicamente de Pierre y de su suegra, por lo que comenzaron a surgir tensiones entre ellas. Sin documentos de residencia ni dominio del francés, la mexicana sólo podía ganarse unos cuantos euros cuidando niños o dando clases de español. Empezó también a quejarse de que la sociedad francesa era muy cerrada y chocaba con una personalidad como la suya, creativa y libre.
Fue justamente para evitar que se convirtiera en una inmigrante ilegal que los novios, por presiones de la suegra, se casaron apresuradamente en febrero de 2017 y no en septiembre como estaba previsto. Nadie de México pudo asistir. Aline sólo pudo enviarle dinero a su hermana para que se comprara el vestido blanco con el que se casó.
A partir de ese momento la comunicación de Jessica con su familia se volvió intermitente. “Cada vez sabía menos de ella. Le escribía y me contestaba día y medio después (...) A Jessica le dio pena contarme que las cosas ya no estaban bien con Pierre. Cuando escuchamos la versión de él en el tribunal, uno se da cuenta que todo marchaba mal desde que se casaron”, explica Aline.
El acusado declaró durante su juicio que para él había sido muy difícil asumir una relación tan “fusional” como la que desarrolló Jessica, al grado de que ella “suave y silenciosamente se volvió una persona disfuncional, ya que tenía una fuerte dependencia emocional, financiera y lingüística” hacia él que le impedía incluso hacerse de amigos. Sus “chantajes afectivos”, sus “tendencias suicidas” y sus “crisis”, señaló Pierre, lo habían orillado a pedirle el divorcio, pero ella “no entraba en razón” (Libération, 2 de junio de 2021).
Pocos días antes de su asesinato, Aline habló con Jessica. La escuchó “emocionalmente destrozada”, le dijo que no quería aceptar un fracaso más, haciendo referencia al de los estudios, e insistía en que Pierre tenía que entender que el matrimonio no era fácil y juntos debían seguir luchando para sacarlo a flote.
Durante dos horas, Aline intentó hacerle ver que Pierre no era su única opción y tenía otras para rehacer su vida en México o en Europa. Jessica, por su parte, dijo que se quedaría para buscar un trabajo y poder rentar su propio departamento.
“Jessica -le dijo Aline-, deja que él tome sus decisiones y tú toma las tuyas. Eres muy joven y te queda una vida por delante”.
Como le sugirió su hermana, Jessica dejó el departamento para evitar algún estallido de violencia física y para alejarse de las presiones psicológicas de su esposo. Pero él siguió hostigándola por teléfono con el asunto del divorcio. Aline le advirtió a su hermana que no le dijera dónde estaba. Pero ella se lo dijo el día en que Pierre le pidió acompañarlo a Valence para esa misma noche asesinarla.
Aline Astorga, hermana de Jessica
Sin ningún apoyo
El día del crimen, Aline recibió una llamada de Pierre por Whatsapp, quien llorando le avisó que Jessica se había aventado por la ventana y estaba muerta. Sacudida por la noticia, se comunicó con personal de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), del consulado mexicano en Francia y de la embajada francesa en México para pedir apoyo.
“Pero todo mundo nos contestó que, como las cosas ya habían sucedido, no se trataba de una emergencia y entonces no nos podían ayudar”, comenta Aline. Con sus propios recursos, ella y Soledad, su madre, volaron a Lyon. Como pudieron -ninguna habla francés- encontraron alojamiento y aprendieron a moverse en una ciudad desconocida para ellas.
Antes de salir de México, la madre de Pierre había quedado de pasar por ellas al aeropuerto, pero nunca llegó a la cita porque su hijo ya había confesado el asesinato. Pero eso no lo sabían Aline y su madre, y no lo sabrían hasta días después.
Por su novio de entonces, Aline sabía que en el centro de Lyon había un consulado honorario de México. Recuerda la joven: “Llegamos literalmente caminando a tocar el timbre (y hablamos primero) con una secretaria francesa que apenas me entendía”. Las recibió el cónsul honorario Thierry Bonnet, quien, a título personal, les brindó todo el apoyo que pudo y les arregló un encuentro con la policía. Fue en la comisaría donde escuchó a un agente comentarle a otro -en francés- que su hermana no se había quitado la vida. Pero jamás se los comunicaron oficialmente.
Pasaron por lo menos cinco días antes de que el cónsul mexicano en París, Edgar Cubero -hoy embajador en Grecia- respondiera a los llamados de auxilio de Aline. Y sólo fue posible después de la publicación de una serie de tuits en los que Aline denunció el desinterés por atenderlas del entonces embajador y actual representante de México ante la ONU, Juan Manuel Gómez Robledo, al que etiquetó en todos esos mensajes.
Aline asegura que tuvo que insistir para que el consulado contratara un abogado, quien, por fin, les informó del asesinato de Jessica. “Hubo una falta de apoyo (de las autoridades mexicanas) desde el inicio hasta el final”, deplora.
Aún se pregunta cómo fue posible que durante siete días el cuerpo de su hermana permaneciera en la cámara funeraria porque el personal de la embajada estaba de vacaciones y nadie atendió el asunto de su preparación para el traslado a México. Eso sí, la embajada mexicana en Francia le hizo firmar un documento en el que ella se comprometía a pagar unos 40 mil pesos del servicio funerario. Explica que lo firmó porque de lo contrario el embajador le advirtió que sería imposible la repatriación de su hermana.
Durante más de un año el servicio legal de la SRE le estuvo llamando constantemente por teléfono para cobrar ese adeudo pendiente, que terminó condonando porque Aline y Soledad no contaban con medios para solventarlo. Y es que, no sólo habían tenido que pagar el primer viaje a Francia también tuvieron que financiarse un segundo para asistir al juicio de Pierre a mediados de 2021.
Consultado para esta investigación, el consulado de México en París aseguró en un correo electrónico que en el caso de Jessica Astorga su familia recibió “todo el apoyo previsto por la legislación mexicana correspondiente, en estrecha coordinación con la entonces Dirección General de Protección a Mexicanos de la SRE”.
Fallo injusto
El 2 de junio de 2021, el marido de Jessica fue condenado a 17 años de reclusión criminal por “asesinato conyugal” (uno menos que el solicitado por la fiscalía). Durante el juicio -que duró tres días-, el joven de 32 años aseguró “no entender” lo que ocurrió pero que, en todo caso, él nunca quiso matar a su esposa.
El diario Libération reseñó que el abogado de la familia Astorga, Raphaël Malleval, consideró en sus alegatos que, ciertamente, Jessica “estaba desenfrenadamente enamorada de alguien que ya no la amaba”, pero preguntó: “¿Ella era inestable porque se sentía infeliz en Francia? ¿Eso lo autorizó a matarla?”. En su turno, el abogado defensor Philippe Tatiguian respondió: “Usted busca absolutamente diabolizar a este hombre, ya que todo el expediente muestra que Pierre-Olivier Labastida quería proteger a Jessica, quien sufría de un síndrome de abandono”.
Aline no acepta aún el fallo: “Para mí no hubo justicia para Jessica. Y lo advertí durante el juicio, antes de conocer la sentencia: ‘si a este hombre lo dejan salir en 15 años, seguirá siendo joven para tener una segunda oportunidad de vida. Mi hermana ya no’”.
Información útil
En España el Ministerio de Igualdad ofrece una página donde está toda la información relacionada a qué hacer si alguien es víctima de “violencia de género”. Las víctimas de violencia conyugal en particular pueden también encontrar ahí todos los contactos de apoyo. La página dispone de un botón de “salida rápida” para mayor seguridad:
https://violenciagenero.igualdad.gob.es/informacionUtil/recursos/telefono016/home.htm
En Francia, el ministerio del Interior ofrece en internet toda la información necesaria para actuar y proceder legalmente en caso de violencia conyugal. Aquí se pueden descargar igualmente todos los documentos que se tienen que llenar y presentar a la autoridad:
https://www.demarches.interieur.gouv.fr/particuliers/violence-conjugale
Línea permanente para las mujeres víctimas de violencia (Violence Femmes Info): 3919
En Alemania, el Hilfetelefon es la línea de ayuda gratuita que pone a disposición de la población el gobierno alemán y lo hace en varios idiomas, incluyendo el español. Cuenta con una página informativa muy completa que se puede encontrar también en nuestro idioma.
Teléfono: 08000 116016
https://www.hilfetelefon.de/es/asesoria-para-mujeres.html
Las agresiones físicas pero también las psicológicas se pueden denunciar ante la Policía al número 110
En Bélgica existen varios organismos de apoyo contra la violencia conyugal.
Por ejemplo, el Centre de Prévention des Violences Conjugales et Familiales ofrece varios servicios, entre ellos: línea de escucha telefónica, refugio, ayuda administrativa y social.
Teléfono: 02.539 27 44
[email protected]
[email protected]
www.cpvcf.org
Collectif contre les violences familiales (Lieja)
(Colectivo contra las violencias familiares)
Teléfono: 04.223 45 67
[email protected]
www.cvfe.be
Collectif des femmes
(Colectivo de mujeres)
010.47 47 69 (posibilidad en español)
[email protected]
Línea de escucha de la región valona (francófona): 0800 30 030
Línea de escucha de la región flamenca (neerlandesa): 1712
Para una situación que requiere una intervención de la policía: 101
Para una emergencia médica: 112
Para una lista de contactos más detallada en la región valona (francófona), Amnistía Internacional Bélgica ofrece la siguiente:
UNIÓN EUROPEA
Womens Against Violence Europe (WAVE) ofrece en línea una lista de contactos de ayuda para mujeres de 46 países europeos, incluso a nivel regional:
https://wave-network.org/find-help/
De acuerdo con el Violentómetro, elaborado por el Instituto Politécnico Nacional, puedes ser víctima de una relación violenta, en un primer grado, si tu pareja:
El siguiente grado de violencia en donde tienes que comenzar actuar es cuando tu pareja:
El siguiente grado es cuando tienes que salir definitivamente de esa relación y pedir ayuda profesional. Y esto es si tu pareja:
La violencia última y más grave es el feminicidio.
La Secretaría de Relaciones Exteriores y las abogadas consultadas para esta investigación (Isabel Fernández de Castillejo y Marta Matkowska) recomiendan como primeros pasos los siguientes:
Por otro lado, la abogada Isabel Fernández de Castillejo explica que como en muchos juzgados no se habla español, lo mejor para que una víctima que no domina la lengua del país no se presente en desventaja es que se haga acompañar a las reuniones y audiencias por alguna amistad que sí lo hable correctamente.
Por su parte, la abogada Marta Matkowska, recomienda buscar una asociación que pueda apoyar con las traducciones de los documentos legales, que ya de por sí son generalmente difíciles de comprender en la lengua natal para cualquier persona. Y sobre todo, aconseja tomar un buen abogado y no porque hable español nada más. Tiene que ser uno que conozca a fondo la legislación familiar y que sea empático con la víctima.
Para mayor información, consultar las recomendaciones que da la sección consular de México en Francia, que pueden aplicarse en otros países europeos: https://consulmex.sre.gob.mx/francia/index.php/es/proteccion-a-mexicanos/2-consulado/198-violencia-de-genero
La mayoría de las señales pueden estar escondidas en las conversaciones que las mexicanas suelen tener con sus familias y amigos de México por internet.
La madre de Berenice Osorio, María de Viana, recomienda escuchar con mucha atención y fijarse en el comportamiento del familiar. Por ejemplo, ella notó que su hija comenzó a molestarse más y más cuando le preguntaba si estaba bien o tenía algún problema.
Otro detalle, que hoy reconoce como una prueba del control que el hombre ejercía sobre su hija, es que siempre él estaba presente en las videoconferencias, cerca o lejos pero en el mismo cuarto.
La psicóloga Mariana Alba de Luna señala que hay que estudiar el aspecto físico y el arreglo personal, si éstos se están deteriorando. Otra pista de que algo no va bien es cuando se ve claramente que la chica está exagerando su alegría para convencer a los demás que su relación amorosa y todo es absoluta felicidad. Cuando deja de llamar o empieza a interrumpir el ritmo habitual de sus comunicaciones puede ser otra señal de preocupación.
Aline, la hermana de Jessica Astorga, aconseja a las familias que tengan los recursos económicos suficientes visitar de vez en cuando a su ser querido y estar totalmente con ella y no en plan de turismo, y menos en compañía de más personas. Poder recuperar la intimidad con la víctima permite observar la situación real que ella está viviendo y ayudarla a salir del hoyo emocional.
La ayuda de los testigos de violencia conyugal es importante. El Instituto Europeo para la Igualdad de Género recomienda a los testigos hacer lo siguiente: