Narcotráfico mexicano en Hong Kong: ninguna sorpresa

El tráfico de drogas de México a Hong Kong no es nuevo para la policía de este antiguo protectorado británico, y es parte de la ruta que tiene como destino final los lucrativos mercados de Australia y Asia.
Cocaína de procedencia mexicana incautada por la Aduana de Hong Kong en abril de 2019. Foto: Departamento de Aduanas de Hong Kong.

El pasado 6 de noviembre el Departamento de Aduanas de Hong Kong anunció el decomiso de 1.1 toneladas de metanfetamina sólida proveniente de México y con un valor de 82 millones de dólares.

La droga estaba oculta dentro de conchas de caracol empaquetadas en 104 sacos con el logo de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), el programa social creado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y que está envuelto en varios casos de corrupción. El decomiso, que se llevó a cabo el 26 de octubre, llevó a la captura de cuatro personas en Hong Kong.

Sin embargo, a pesar de que fue el mayor cargamento de esa droga sintética detectado por el Departamento de Aduanas, el trasiego de drogas procedentes de México no es un ninguna rareza para las autoridades de aquel territorio autónomo chino.

Desde hace por lo menos una década las autoridades antinarcóticos de Hong Kong están al tanto de las crecientes actividades locales de los cárteles mexicanos, a quienes durante ese tiempo les han incautado cuantiosos cargamentos de cocaína y metanfetamina.

El periódico más importante del antiguo protectorado británico, el South Morning China Post (SMCP), ha dejado registro de ese seguimiento de droga mexicana en sus páginas.

El año pasado, el SMCP informó de tres decomisos en el puerto asiático: el 29 de octubre agentes aduaneros incautaron 1.8 toneladas de metanfetamina líquida, con un valor de 140 millones de dólares, escondidas en cartones de un litro de agua de coco. El cargamento, que tenía como destino Sidney, Australia, fue calificado por el Departamento de Aduanas de Hong Kong como el decomiso de droga más alto en valor y el segundo en peso.

Una semanas antes tuvo lugar otro decomiso, esta vez de metanfetamina cristalina (crystal meth o ice) con un valor de venta en la calle de 140 millones de dólares y descubierta en un envío aéreo de transformadores eléctricos que tenía también como destino la ciudad de Sidney. Meses antes, en marzo, fueron confiscados 700 kilos también de ice procedente de México.

Dos cargamentos más fueron hallados por la policía hongkonesa en 2019. El 5 de diciembre se confiscaron 110 kilos de crystal meth en un hangar de carga del Aeropuerto Internacional de esa ciudad. En un vuelo de mensajería proveniente de México vía Alaska, la aduanas encontró la droga destinada a Japón y Australia en bolsas selladas al vacío dentro de 40 estuches rellenos de resina plástica. El decomiso de la metanfetamina valuada en casi 10 millones de dólares fue en ese momento el más grande en tamaño desde 2010. Ese año aumentó la cantidad de ice enviado por correo aéreo desde México.

El 19 de abril de ese mismo año, 2019, aduaneros de Hong Kong confiscaron 80 kilos de cocaína enviados por un cártel mexicano y que tenía un valor de mercado de 10.2 millones de dólares.

Por otro lado, también la policía de Hong Kong ha detenido a traficantes de droga mexicanos. En mayo de 2014 uno de ellos, Antonio José María Díaz Gutiérrez, de 35 años, fue sentenciado a 13 años de cárcel. A finales de 2012 fue capturado cuando intentaba recuperar 20 bloques de lo que creía que era cocaína enviada en barco desde Panamá y que había hecho escala en Shanghai. Las autoridades sabían del envío y en Shanghai sustituyeron la droga para entonces pedirle a la policía de Hong Kong que detuviera al mexicano al momento de que fuera a buscarla.

Cinco mexicanos ya habían sido capturados en Hong Kong en 2011, mientras intentaban meter a ese territorio 538 kilos de cocaína. Dos años más tarde fueron condenados a 27 años de prisión. Sus detenciones fueron posibles gracias al arresto en Ciudad Juárez de dos mexicanos que confesaron haber lavado además 15 millones de dólares a través de cuentas en Hong Kong y Estados Unidos

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