1.000 días: Lo que los datos de fuentes abiertas nos cuentan sobre la evolución de la guerra de Rusia contra Ucrania

Mapa del frente de guerra en Ucrania. Imagen: Meduza

Con licencia del medio independiente ruso


El 19 de noviembre de 2024 se cumplen 1.000 días desde que Rusia lanzó su guerra a gran escala contra Ucrania. Desde el principio, los analistas de Meduza han estado recopilando y examinando información de fuentes abiertas desde el frente para ofrecer informes precisos sobre una guerra que el Kremlin ha intentado censurar. Nuestro primer informe, publicado apenas tres días después de la invasión de 2022, incluía sólo 33 videos geolocalizados de movimientos de tropas rusas, verificados por nuestro equipo y otros analistas OSINT (inteligencia de fuentes abiertas). Hoy, tras 153 actualizaciones, nuestros mapas cuentan con más de 15.000 videos geolocalizados y sirven como crónica detallada de los territorios ocupados por Rusia y liberados por Ucrania. Esta riqueza de datos nos ha permitido seguir las etapas de la guerra e identificar tendencias significativas a lo largo del conflicto. Esto es lo que hemos observado.

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Antes de profundizar en los últimos acontecimientos y calcular cuántos kilómetros cuadrados de territorio han capturado las fuerzas rusas, es útil observar el panorama general desde el inicio de la agresión militar de Rusia contra Ucrania, que comenzó con la anexión de Crimea. El siguiente gráfico muestra cuántos kilómetros cuadrados de territorio ucraniano reconocido internacionalmente han sido controlados por Rusia o por fuerzas respaldadas por Rusia desde 2014.

Superficie total del territorio ucraniano ocupado por las fuerzas rusas. Captura de pantalla del gráfico publicado por Meduza. Haz clic en la foto para acceder al gráfico interactivo original.

Dado que los datos fiables sobre el control territorial en Donbás durante los intensos combates de 2014-2015 y en Crimea son limitados, el gráfico solo ofrece dos instantáneas estáticas:

  • La superficie terrestre de Crimea a partir del 26 de marzo de 2014, cuando las fuerzas rusas habían asegurado efectivamente el control de la península.
  • El territorio de “ciertas zonas de Donetsk y Lugansk” a partir del 16 de septiembre de 2014, cuando las autoridades ucranianas aprobaron una ley que otorgaba a esas zonas un autogobierno especial, reconociendo de hecho que ya no estaban bajo el control de Kiev.

La principal conclusión de este gráfico es que los cambios en el frente en los últimos dos años han sido mínimos. El último periodo de movimientos significativos se produjo cuando las fuerzas rusas se retiraron de la orilla occidental del río Dnipro, en la región de Jersón, a lo que siguió la contraofensiva ucraniana cerca de Balaklia y Kupiansk, un cambio claramente visible en el gráfico. Desde entonces, el conflicto se ha convertido en una guerra en gran medida posicional, parecida a la casi paralización que caracterizó los años anteriores a la invasión a gran escala. De hecho, entre el 24 de febrero de 2023 y el 24 de febrero de 2024, el área total controlada por ambos bandos permaneció prácticamente inalterada, cambiando sólo en unos diez kilómetros cuadrados. Aun así, las bajas rusas (y probablemente las ucranianas) casi se duplicaron en ese mismo periodo.

Esto no significa que los acontecimientos en el frente durante los dos últimos años hayan tenido menos consecuencias que en fases marcadas por desplazamientos territoriales más visibles en la línea del frente. Por el contrario, subraya que un análisis significativo de los cambios territoriales sólo es posible cuando se comparan fases similares de la guerra. No tiene sentido comparar las ganancias de terreno durante batallas rápidas con lo que ocurre en una guerra de desgaste prolongada. Para un análisis más claro, es mejor centrarse en el periodo que comienza a finales de 2022-principios de 2023, cuando el frente se asentó en un punto muerto de casi dos años. El status quo comenzó a cambiar hasta hace poco, y no a favor de Ucrania.

Rusia controla ahora casi el 19% del territorio ucraniano

El gráfico siguiente detalla los avances de las fuerzas ucranianas y rusas, así como el equilibrio general del control territorial, mostrando la diferencia entre las zonas en poder de cada bando. Este desglose es importante porque, incluso cuando el equilibrio general parece estable, cada bando puede estar logrando avances significativos en distintos frentes. Otra posibilidad es que todos los cambios se deban a los avances de un solo bando, como ha ocurrido con las operaciones ofensivas de Rusia en los últimos meses.

Avances de Ucrania y Rusia desde 2023. Captura de pantalla del gráfico publicado por Meduza. Haz clic en la foto para acceder al gráfico interactivo original.

El gráfico confirma claramente varios puntos clave:

  • El ritmo de los avances rusos en las últimas semanas es el más rápido registrado desde principios de 2023, con ganancias de hasta 300 kilómetros cuadrados por semana.
  • Sólo se han visto velocidades comparables de captura territorial en dos ocasiones durante este periodo: cuando las fuerzas ucranianas penetraron en la región rusa de Kursk a principios de agosto de 2024, y cuando las tropas rusas aseguraron posiciones cerca de Járkiv y Vovchansk en mayo del mismo año.
  • Sin embargo, estas operaciones tuvieron efectos muy diferentes en el control territorial. A pesar del rápido avance ucraniano cerca de Sudzha en Rusia, la operación no frenó el avance ruso en Donbás a largo plazo. Como resultado, el equilibrio general volvió a inclinarse rápidamente a favor de Rusia en apenas tres semanas.
  • Los últimos avances significativos de Ucrania antes de la operación de Kursk se remontan a finales de 2023 y principios de 2024, cuando Kiev trató de contrarrestar el empuje ruso alrededor de Avdíivka estableciendo un punto de apoyo en la orilla oriental del río Dnipro, cerca de la aldea de Krinkí en la región de Jersón, y lanzó contraataques al sur de Bajmut y cerca de Jórlivka.

Otro gráfico, que muestra la superficie total de la Ucrania continental ocupada en lugar del ritmo de los avances, proporciona una visión más clara de las fases más amplias de la guerra:

  • El aumento constante del territorio ocupado por Rusia desde la primavera hasta junio de 2023 durante la batalla de Bajmut.
  • Una tendencia inversa más marcada ligada a la contraofensiva ucraniana en Zaporiyia en junio de 2023.
  • La aceleración de los avances rusos a partir de noviembre de 2023, que permitió a las fuerzas rusas recuperar todo el territorio (por superficie total) que Ucrania había liberado en verano.
  • Un pronunciado pico descendente relacionado con la operación ucraniana en la región de Kursk.
El área controlada por las fuerzas rusas ha aumentado en 2.067 km2 desde 2023, incluso teniendo en cuenta las pérdidas en la región de Kursk. Captura de pantalla del gráfico publicado por Meduza. Haz clic en la foto para acceder al gráfico interactivo original.

Desde el comienzo de 2023, las fuerzas rusas han ampliado su control sobre el territorio ucraniano en 2.067 kilómetros cuadrados: de 85.700 a 86.800 kilómetros cuadrados (excluida Crimea). La mayor parte de este aumento se ha producido en los últimos seis meses.

Incluyendo Crimea, las fuerzas rusas controlarían el 18,8% del territorio ucraniano a mediados de noviembre de 2024. Ucrania posee actualmente 650 kilómetros cuadrados en la región rusa de Kursk.

Putin no está cerca de conseguir sus (actuales) demandas territoriales

Al comienzo de la guerra a gran escala, el Kremlin enmarcó sus objetivos con términos vagos como “desnazificación” y “desmilitarización”, dejando margen para que casi cualquier resultado fuera declarado una victoria. Pero en junio de 2024, antes de una cumbre de paz organizada por Kiev en Suiza, Vladimir Putin lanzó un ultimátum más concreto, exigiendo la retirada de las fuerzas ucranianas de todo el territorio de las regiones de Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón.

Aunque el ejército ucraniano ha sufrido duros reveses en los últimos meses, esta exigencia parece muy poco realista, sobre todo teniendo en cuenta que gran parte de la región de Jersón se encuentra en la orilla occidental del río Dnipro, y cruzarlo requeriría un colapso total de las defensas de Ucrania.

Si los objetivos territoriales de Moscú permanecen inalterados, el gráfico siguiente sugiere que el ejército ruso sólo ha realizado progresos limitados en su consecución.

A mediados de noviembre de 2024, las fuerzas rusas controlan el 78% de las regiones de Kherson, Zaporizhzhia, Luhansk y Donetsk juntas. Solo el 65% de la región de Donetsk está actualmente ocupada. Captura de pantalla del gráfico publicado por Meduza. Haz clic en la foto para acceder al gráfico interactivo original.

Actualmente, Rusia controla el 78% del territorio de estas cuatro regiones ucranianas. A principios de 2023, cuando las bajas rusas eran unas seis veces inferiores a las actuales, esa cifra era del 76%. Los avances rusos más significativos se han producido en Donetsk, donde el territorio ocupado ha aumentado del 57% al 65% de la superficie total de la región desde principios de 2023.

Más bajas no equivalen a más terreno cubierto

Los datos de Meduza ilustran claramente cómo la naturaleza de la guerra ha cambiado muchas veces en los 1.000 días transcurridos desde que comenzó la invasión a gran escala. Los desplazamientos territoriales están, sin duda, ligados a pérdidas tanto de recursos humanos como de equipamiento, pero de formas complejas.

Las muertes de militares rusos en 2023 fueron el doble que en 2022, y en 2024 las pérdidas semanales de personal alcanzaron niveles récord de 200 a 250 soldados al día. Pero aunque aumenten las bajas, el frente puede permanecer prácticamente estable. A la inversa, si esta estabilidad da paso a una fase del conflicto más orientada a las maniobras, no se deduce necesariamente que vaya a haber más bajas.

Teniendo esto en cuenta, sigue siendo posible comparar los índices de pérdidas y ganancias territoriales en periodos cortos, aunque las conclusiones de tales comparaciones son limitadas. No obstante, se pueden observar algunas pautas. Por ejemplo, los intensos combates en torno a Bajmut a principios de 2023 coincidieron con un fuerte aumento tanto de las bajas rusas como de las ganancias territoriales. Otro patrón notable es el aumento de las pérdidas de equipo que acompañó a los avances rusos cerca de Vovchansk, al norte de Járkiv, y cerca de Ocherétine, al norte de Avdíivka.

También es importante tener en cuenta que la información sobre el control territorial a menudo puede confirmarse mediante datos de geolocalización en cuestión de días, mientras que los informes sobre pérdidas de equipos -y especialmente de personal- pueden demorarse varios meses. En consecuencia, es casi seguro que las cifras de pérdidas recientes estén infradeclaradas. Con el tiempo, puede quedar claro que las actuales ganancias territoriales récord de Rusia vinieron acompañadas de pérdidas igualmente elevadas de tropas y material militar.

(Traducción de Underground Periodismo)


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