CIUDAD DE MÉXICO.- “Mi proyecto actual es reunir información de la escena local de arte urbano y entrevistar a los street artists mexicanos”, escribió Cynthia Arvide Sousa hace casi 12 años tras la publicación de un reportaje de su autoría titulado Los nuevos muralistas mexicanos.
En retrospectiva, se puede afirmar que aquel proyecto cumplió su cometido satisfactoriamente al materializarse en la edición de dos preciados libros: Muros Somos: Los nuevos muralistas mexicanos (2017) y Muros Somos: 33 murales con historia (2022).
Detrás del esfuerzo que implicó ofrecer relatos y fotografías de calidad, ambas obras reflejan la experiencia y el camino periodístico de Cynthia, quien es originaria de la Ciudad de México.
Suele decirse que lo ideal es realizar un trabajo que apasiona. De ello no hay mejor ejemplo que Cynthia, que en sus 17 años de trayectoria siempre se las ha ingeniado para investigar temas artísticos y culturales al grado de convertirse en una referencia.
¿De dónde surge el amor por el arte urbano? ¿Cómo gestó sus libros?
Para responder tales preguntas, Underground sostuvo una charla con Arvide hasta París, donde reside desde hace un par de años.
Museos e influencias
El gusto de Arvide por el arte nace desde su infancia. Ningún familiar cercano estaba involucrado de manera directa en el mundo artístico, pero su abuela paterna fue toda una figura de referencia creativa. Ella, recuerda la mexicana, utilizaba pequeños recortes de flores de papel para tapizar las paredes de su hogar, al estilo de un collage, sin motivación alguna más que la de crear cosas.
La hermana de su abuela igual sembró una parte de esa gran pasión de Cynthia. Ese lado de su familia sostuvo buenas relaciones con los Tamayo. Sí, con los parientes del icónico pintor Rufino Tamayo, fallecido en 1991. “No me di cuenta de eso hasta que tenía 14 o 15 años. Esta tía abuela tenía además en su casa un Tamayo, y sus historias me fascinaban”, cuenta Cynthia con la misma sorpresa de aquel entonces.
A los 11 años se fue a vivir a Cuernavaca. La mayoría de los fines de semana regresaba a la capital con la intención de visitar museos. En una de esas visitas rutinarias, tuvo el privilegio de ser guiada por Lorraine Pinto, una artista plástica consagrada y amiga de su tía abuela.
“Ella fue una persona formativa en mi gusto por el arte. En uno de esos viajes que yo hacía de Cuernavaca a la Ciudad de México para ver museos, Lorraine Pinto, muy linda conmigo siempre, me dijo ‘vamos, te llevo un día al Museo de Antropología‘”.
El paseo por el Museo Nacional de Antropología e Historia junto a Pinto no fue tan impactante como cuando visitó su casa. Cynthia reconstruye de memoria la descripción de un sitio casi mágico; en sus palabras “era como entrar a un jardín surrealista, con mil cosas por todos lados. Me impactó mucho”.
De inmediato, la inquieta mente de aquella adolescente comenzó a fabricar preguntas respecto al proceso y las motivaciones que tendría una persona así de creativa como Pinto. Y tales cuestionamientos no sólo fortalecieron una pasión, sino también una vocación: en su juventud, Cynthia siempre tuvo claro que en el futuro escribiría o sería periodista.
Escucha a Cynthia Arvide
Camino independiente
¿Qué tienen en común Vice, Time Out México, El Universal, Chilango, SinEmbargo y Marie Claire? Que son medios en los que Arvide publicó textos de arte y cultura como periodista independiente o freelance.
Una de las razones que la llevaron a trabajar de esa forma fue la libertad que así tenía para escoger sus temas de investigación. Si bien al comienzo de su trayectoria periodística, haciendo prácticas profesionales en Editorial Televisa, tenía un puesto dentro de una oficina, no tardó mucho en darse cuenta de que contaba con todas las aptitudes para ejercer por cuenta propia.
“Desde entonces me di cuenta que en un campo difícil para sobrevivir económicamente, debía buscar no un sólo medio (dónde publicar) sino muchos“, comenta Arvide, quien, sin embargo, confiesa que nunca se dedicó al periodismo por dinero: “y qué bueno, porque hubiera sido imposible”, admite.
Hay dos momentos de mayor importancia en la vida de Cynthia Arvide: la publicación de sus libros de street art y el nacimiento de su hija. En una perfecta coincidencia, el trabajo y lanzamiento del primer tomo de Muros Somos ocurrió en paralelo a su embarazo.
Muros Somos: Los nuevos muralistas mexicanos es el pináculo de un lustro entero trabajando. Son varios los puntos de partida y motivaciones, como la publicación de un reportaje suyo con el mismo nombre, aunque fue un viaje a Buenos Aires el factor determinante. En medio de un tour en la capital argentina, el guía, también periodista y autor de un libro de arte urbano, le preguntó por El Norteño (Alonso Delgadillo), un muralista mexicano del que ella no conocía nada.
Al regresar al país, tal parece que el destino se alineó porque El Norteño estaba en la Ciudad de México. Cynthia no lo dudó y lo entrevistó. A partir de entonces, poco a poco fue abriendo puertas en la comunidad del arte urbano mexicano con la idea de consolidar un proyecto similar al argentino pero con muralistas mexicanos.
“Bebé creativo”
Mientras pasaban los años realizando su primera publicación, el anhelo de ser madre llegó a su vida. Aquello que parecía un proceso evidente y dichoso terminó transformándose en una etapa compleja. ¿La razón? “La infertilidad -escribió Cynthia en 2017 en su blog- se instala sin que te des cuenta, en tu casa, en medio de tu pareja, como un desagradable huésped que no ha sido invitado y no tiene fecha de partida“.
Hablar de ese tema, en el caso de Arvide, supone para ella bucear en un profundo océano de “búsquedas, exámenes, tratamientos, resultados negativos, incógnitas…”, todo lo cual generaba emociones negativas a las que debía sobreponerse en la vida cotidiana y el trabajo. Se planteaba aceptar una vida sin maternidad.
“Hubo un momento -relata- en el que pensé que concebir un bebé iba a ser imposible para mí (…) entonces voy a ser madre de otras cosas, voy a ser muy creativa. Los libros son otra forma de concebir, de parir muchas cosas”.
Escucha a Cynthia Arvide
Cynthia tuvo la fortuna de “parir” su primer libro en 2017… y también dar nacimiento a una hija al año siguiente.
Tras la publicación del primer “bebé creativo“, varias personas motivaron a Cynthia para continuar con Muros Somos. La idea era de su agrado, pero no quería repetir la misma conceptualización -perfiles de los artistas-. Fue entonces que se le ocurrió hacer protagonistas a los murales. En 2020 se puso manos a la obra. La pandemia de COVID 19 se las ató.
Recuerda que ya había realizado un par de entrevistas cuando el mundo se paralizó. Tuvo que hacerse cargo de su hija por completo, lo que puso en pausa el proyecto. “Vi que todo seguía en línea, entonces yo dije ‘ok, pues no me voy a parar, voy a ver qué puedo hacer en línea; la gente está muy accesible para eso”.
De esa manera, muchas de las entrevistas y los recursos gráficos usados en Muros Somos: 33 murales con historia son resultado de la nueva cultura de trabajo digital. En cuanto su hija pudo ir a la guardería, retomó con más confianza la investigación: ya tenía las redes de contactos y la certeza de que sí era posible hacer una obra de tal magnitud.
Sin embargo, aunque ya esperaba la misma intensidad de trabajo que el libro anterior, no esperaba los dolores de cabeza que se presentaron.
Escucha a Cynthia Arvide
Preguntarle sobre el proceso de elaboración del segundo Muros Somos provoca de inmediato un suspiro largo en Cynthia. Todo puede resumirse en una palabra: autogestión. No hay una editorial detrás de la publicación; ella asumió las tareas de buscar quién se hiciera responsable de la distribución, la publicidad, y todo lo demás.
Sumado a lo anterior, Cynthia organizó un fondo colectivo o crowdfunding ―como lo hizo para el primer libro― que reunió más de 290 mil pesos. Esa cantidad solo cubrió los costes de impresión y un par de aspectos más. Haciendo números, la autora da cuenta de que invirtió alrededor de 150 mil pesos extras de su bolsillo para costear el resto de actividades necesarias. En un mundo ideal, una inversión debería recuperarse; este no fue el caso.
Quizá financieramente no es un ejemplo paradigmático. “Pero me gustó mucho el resultado, (el libro) está ahí, eso es lo que cuenta”, dice Arvide. Al mismo tiempo, el proyecto de emigrar a Francia ya estaba en marcha. De forma implícita la fecha límite se fijó… y se cumplió en 2022.
Diversificarse
Cynthia vive actualmente en París. ¿Por qué mudarse de la ciudad en la que nació y en la que vivió 40 años? Por su familia. “Llevo 20 años con mi marido, con mi compañero de vida. Él es francés, entonces él se había ido a México para hacer una vida ahí conmigo. Un día quizás sería mi turno”. La crianza de su hija fue otro factor que jugó en la decisión: quería que creciera y experimentara dinámicas culturales distintas.
Ella sentía también que el panorama periodístico en México se le había cerrado. Una vida y una continuación laboral en Europa le atraían. Emprender la mudanza significaba un nuevo reto. El plan no fue abandonar los medios; de hecho, ya está metida en un artículo sobre arte urbano para una revista alemana.
Escribir de temas como la infertilidad o la maternidad es una de sus alternativas. Otra está en adentrarse, con base en la experiencia de publicar y trabajar en sus dos libros, al mundo editorial. También ha considerado asumir un papel interno en la dimensión artística, ya sea desde la curaduría o algún otro rol en una galería.
―¿Ya se acabó Muros Somos?, le pregunta este reportero.
―Se acabó.
Aclaró, no obstante, que no piensa soltar el tema del arte urbano, sólo que la manera de abordarlo está por verse.
En general, su perspectiva laboral levita entre la incertidumbre y las posibilidades que pueden presentarse. En todo caso, ella está de cierta forma satisfecha. “Yo quería ser una periodista especializada en arte urbano en México y hoy puedo decir que sí, que sí lo logré. Eso me llena muchísimo”.
En su momento, Cynthia miraba con admiración al periodismo narrativo y a sus “grandes periodistas”. No se sentía con la habilidad para alcanzar un día el mismo nivel, quizá por ese miedo que también la detenía para comenzar a trabajar en su primer libro. Es 2024 y Cynthia Arvide Sousa es una gran periodista, de esas dignas de admirar.
Ángel Chávez forma parte del programa de impulso a estudiantes de periodismo de Underground Periodismo Internacional.
Aquí puedes adquirir Muros Somos: