Mientras que el presidente Andrés Manuel López Obrador defiende la producción de combustibles fósiles, construye una costosa refinería, obstaculiza el desarrollo de las energías “limpias” y se queja de que los parques eólicos contaminan el paisaje, una encuesta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) arroja que un 87 por ciento de los mexicanos aboga por centrar las inversiones en fuentes de energía renovables.
La encuesta, levantada por la firma francesa BVA en mayo pasado entre mil personas en México, arrojó además que 93 por ciento de ellos está a favor de implementar medidas gubernamentales más estrictas y que impongan cambios en el comportamiento de los mexicanos para hacer frente al calentamiento global.
“A la pregunta de cuál debería ser el principal objetivo del gobierno (de López Obrador), el 88 por ciento de los mexicanos encuestados respondió que la atención debería centrarse en el medio ambiente y el crecimiento sostenible en lugar del crecimiento económico a cualquier precio”, señala un comunicado del BEI fechado el 4 de septiembre último.
El mismo boletín señala que el 77 por ciento de los encuestados creen que estas políticas a favor del medio ambiente “serán una fuente de crecimiento económico y riqueza para el país”, además de que un 69 por ciento “estima que crearán más puestos de trabajo nuevos que los empleos existentes que se destruyan”.
“Los resultados de la encuesta del BEI sobre el clima muestran que el cambio climático y la degradación del medio ambiente se encuentra ahora entre los principales retos a los que se enfrenta México, junto con la violencia y la delincuencia, la pobreza y la desigualdad, el desempleo y las disparidades sociales”, recalca el BEI.
La encuesta indica igualmente que 93 por ciento de los mexicanos interrogados consideró que el cambio climático afecta su vida cotidiana, en tanto que un 75 por ciento afirmó que también afecta a sus ingresos o sustento. Un 59 por ciento incluso cree que tendría que trasladarse a otra región o país debido a los efectos naturales del calentamiento terrestre.
El BEI es la proveedora de financiamiento a largo plazo de la Unión Europea (UE) y sus accionistas son los 27 Estados que integran ese bloque comercial. El BEI comenzó operaciones en México en 1997 y, desde entonces, ha proporcionado más de 884 millones de euros para financiar inversiones con condiciones favorables, tanto de vencimiento como de tipos de interés, según información del banco con sede en Luxemburgo.
El pasado 16 de julio la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcenas, se reunió con el presidente del BEI, el alemán Werner Hoyer, para promover, entre otros proyectos de infraestructura que desarrolla el país, el Tren Maya, con la intención de obtener financiamiento.
Hasta este 5 de septiembre el gobierno mexicano no había presentado una solicitud formal de préstamo, informó Tim Smit, vocero del banco, a Underground Periodismo Internacional.
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