La verdad -dice una recurrida frase atribuida al dramaturgo griego Esquilo-, es la primera víctima de la guerra. Los periodistas -asegura otra que habría expresado el dictador soviético José Stalin- no tienen que dar las noticias, sino educar a las masas.
Con la invasión de Rusia a Ucrania viene al caso recordar ambas afirmaciones porque, por un lado, hay que admitirlo, la propaganda -particularmente la rusa- ha logrado penetrar de manera masiva todos los canales de comunicación social de Occidente, aunque por otro lado -para fortuna de la verdad- este es quizás el conflicto bélico más mediatizado de la historia. Miles de periodistas reportan los hechos desde la zona de guerra, incluso algunos de ellos haciendo uso de importantes recursos tecnológicos (como drones, imágenes satelitales o herramientas de análisis de fuentes abiertas).
Sin embargo, la gran mayoría de esos “enviados especiales” -en este caso por obvias razones geográficas, pero no solamente- son europeos o anglosajones que trabajan de fijo o como independientes para medios o agencias de noticias de países desarrollados. En cambio, la presencia de corresponsales o enviados latinoamericanos es mínima.
Por eso la política editorial de Underground Periodismo valora y reconoce el desempeño de fotoperiodistas mexicanos que han decidido viajar por su cuenta y adquirir su propia visión de la guerra en Ucrania para transmitirla a los lectores de nuestro país.
Cristopher Rogel, David Peinado y Eduardo Quiros recorrieron juntos Ucrania desde Leópolis -en la frontera oeste con Polonia- hasta Járkiv -a 40 kilómetros de distancia de territorio ruso-, pasando por la capital Kiev y su periferia -Irpín y Bucha, uno de los primeros escenarios de crímenes de guerra documentados- para llegar finalmente a Dnipropetrovsk -donde conocieron a una familia mexicana ayudando a la población-. Provistos de chalecos blindados, cascos balísticos y sus cámaras fotográficas, el trío capturó con su lente durante el mes de abril los horrores de la guerra y a sus víctimas, hombres, mujeres, niños y ancianos, quienes se han convertido en héroes involuntarios que resisten al invasor.
En el siguiente trabajo, Rogel, Peinado y Quiros ofrecen a los lectores de Underground Periodismo Internacional una breve reflexión sobre el reto emocional y profesional que fue cubrir el conflicto armado en Ucrania, y nos muestran cada uno cuatro fotografías que relatan una historia que los marcó para siempre. Porque retomando nuestro eslogan, ellos fueron nuestros ojos en Ucrania.
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Vivir como si fuera el apocalipsis
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