Objetividad y nuevo informe semanal (Newsletter)

Defender la objetividad periodística no te hace hoy en día el más popular de la clase, pero hay que replantearlo. Además, nos actualizamos con una recomendación semanal de noticias México-Europa.
Ilustración: Sako Asko

¿Existe un país con una democracia perfecta? ¿En el que no haya desigualdades ni abusos o conflictos internos? La respuesta, evidentemente, es no. Al país que sea, el mejor posicionado en los rankings, algo se le podrá criticar. ¿Tenemos entonces que tirar a la basura a la democracia porque “no funciona” en la práctica? Otra vez la respuesta es no.

La democracia, en su esencia, es una aspiración humana, un anhelo. Es un conjunto de reglas y criterios tanto colectivos como personales para alcanzar una mejor sociedad. Y, como todo sueño que se persigue, una nación democrática necesita esforzarse de manera persistente y colosal en la defensa y protección de principios fundamentales como el respeto a los derechos humanos, el Estado de derecho, el pluralismo, la transparencia, la rendición de cuentas, la libertad de expresión… Por eso la democracia es tan frágil.

El periodismo objetivo -sí, el periodismo “objetivo”- tampoco es perfecto porque igualmente se trata de una aspiración, de una proyección sobre cómo deberíamos ejercer nuestra profesión, sobre qué bases deontológicas apoyarnos.

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