“Si el feminismo no es interseccional y para todas, entonces no me sirve”, Audry Funk

La rapera mexicana, residente en Nueva York, realiza una gira por diversas ciudades de Alemania.
Foto: Cortesía

BERLÍN, Alemania.- El día que Audry Bustos Díaz se tituló como licenciada en filosofía anunció a su mejor amigo que en realidad dedicaría su vida, en tiempo completo, a la música. Unos años antes ya había sido integrante de un grupo de reggae, había fundado su grupo de rap y comenzado también a escribir letras de canciones. Con entonces 22 años tenía (y aún tiene) mucho que decir. Así nacía Audry Funk.

Esta poblana de nacimiento y neoyorquina por elección es irreverente y para mentes estrechas puede resultar incómoda. Es rapera, hip-hopera y feminista. La letra de su música cuestiona todos cánones establecidos, reivindica el derecho a la plenitud de toda mujer, apunta al sistema patriarcal y nombra, sin tapujos, las violencias que la han atravesado.

Y es justamente la violencia el factor que de alguna forma la ha marcado y que la llevó a emigrar a los Estados Unidos hace once años.

“Crecer y nacer en un país tan violento como México, en donde tienes que enfrentarte a cosas que en estos países (como Alemania) son impensables como el tráfico humano o el hecho de que tu amiga desaparezca y no se haya hecho un escándalo por ello sí me ha hecho estar en otro estado mental de conciencia, de empatía y cuando tuve la oportunidad decidí irme”, dice en entrevista con Underground Periodismo.

Y es que con apenas 17 años, al final de su preparatoria, vivió el primer choque con una realidad que la sacudió:

“La primera vez que experimenté la desaparición de una persona cercana fue en la prepa cuando una compa desapareció. Fue víctima de trata de personas. El típico caso de una morra que se consiguió al chavo guapo, mayor que ella. Un día él se la llevó al carnaval de Veracruz y nunca volvió. La chava simplemente desapareció. Después su mamá supo que el supuesto novio tenía denuncia por trata de mujeres en otros estados de la República. Y fue muy fuerte, todos nos quedamos en shock porque desapareció como arte de magia y el tema de las desapariciones en ese momento se trataba con mucha vergüenza y culpa. No entiendo por qué alguien de 17 años tiene que ver que eso suceda a una compa o que le pueda suceder a ella”, dice.

Audry Funk se encuentra durante este inicio de verano en Alemania en donde realizará una serie de conciertos en ciudades como Múnich, Hannover, Berlín y el Fusion-Festival. Desde hace tres años y de manera consecutiva ha sido invitada a distintas ciudades alemanas a cantar. En su paso por Berlín accede, desenfadada, a charlar con Underground Periodismo.

-La letra de tu música llega a muchas mujeres porque confrontas en ellas a los prototipos que la sociedad ha impuesto y que la mayoría de mujeres, al menos las mexicanas, no tenemos. ¿En qué momento comenzaste a concientizar eso?

-No sé cuándo fue el momento específico pero yo ya estaba muy cansada de sentirme menos por la violencia que me atravesaba de varias formas: siempre he sido una mujer gorda, siempre he sido una mujer morena, siempre he sido mujer … nací mujer y todo el tiempo me arrebataban cosas por ello. Me arrebataban la seguridad, me arrebataban la seguridad de sentirme bella, la seguridad de saber que merezco un lugar digno a pesar de no ser blanca. Un día me dije: ¿pero por qué debo estar mal yo? ¿Porqué estoy mal yo si yo me veo reflejada en un chingo de morras y por qué todas tenemos que estar así de tristes no?

Audry Funk. Foto: cortesía

    Como tantas otras, Audry se volvió feminista hasta sin darse cuenta. Porque el día a día y la cotidianidad le desveló un mundo en el que las mujeres como ella tenían que aguantar y sacrificar: soportar -por ejemplo- el acoso de un profesor en la universidad que sin tapujos y enfrente de toda clase la chuleaba a ella y “sus hermosos senos”; conformarse con un simple “ajá” de sus profesores al exponer una idea brillante en clase y que la hacía sentir menospreciada y desvalorada sólo porque el comentario venía de una mujer y no un hombre; o descubrir que existen mujeres filósofas sólo hasta el momento de hacer su servicio social en el Centro de Estudios de Género de su Universidad porque durante toda la carrera sólo le hicieron leer hombres filósofos.

    “No sé si fue el hartazgo, no sé si fue haber nacido algo despierta o mi crianza que no es tan conservadora. Pero de ahí nace, de darme cuenta todo lo que me atraviesa, del dolor que me causa no sentirse suficiente nunca por este sistema y tener que vivir todo el tiempo triste y abnegada en la oscuridad”, dice.

    -Tu eres parte de una generación de jóvenes raperas feministas en América Latina que han traído temas fuertes a rap. ¿Estás satisfecha con la apertura que han logrado?

    -Está bien que el discurso feminista se haya ampliado pero ahora tengo un conflicto y es que no se ve con mirada critica. Creo que se han sabido repetir los discursos pero hay cosas que no vemos objetivamente. Como por ejemplo: ¿cómo puede haber feministas que son panistas o feministas pro vida?

    “En esto de los feminismos creo que el que se ha popularizado mucho es el de una posición que es muy blanca, que termina quitando a todas las chicas periféricas y de barrio, y morenas y migrantes de la ecuación otra vez. Para mí si el feminismo no es interseccional y no es de diferentes formas ya no me está sirviendo y el que se ha popularizado tanto siento que es un feminismo blanco”.

    -¿Qué hacer contra ello?

    -Justo también hablar del feminismo periférico, del feminismo comunitario: ¿cómo vamos a dejar fuera a las personas del campo? ¿cómo vamos a dejar fuera a las personas de comunidades que no son español parlantes?. Si no es para todas todo entonces no me sirve. Si solamente va a ser citadino y de redes sociales entonces tampoco me sirve. A mi me parece que está bien bonito que se expanda, pero no es moda, es posicionamiento político. O sea, no es hacer el violador en tu camino con tus amigas un día que tuviste tiempo, es cuestionarte todos los días el por qué lo estás haciendo.

    Y Audry Funk asegura ser la primera que cada día se cuestiona su comportamiento porque, dice, es inevitable reproducir conductas con las que una carga históricamente.

    “El hecho de decir que soy feminista no me exime de una carga cultural con la que nací. ¡Somos mexicanas! A nosotras nos criaron para ser esposas y ser buenas mujeres. Entonces eso de cuestionarte y no ser tan mala contigo y saber y entender que hay que quitarnos muchas cargas sociales a pesar de sentirnos y ser feministas es lo que la bandita nueva no entiende”, afirma.

    Háblame sobre la reivindicación que haces de la mujer mexicana, de la gordura, de tu propia gordura y del ser morena.

    -Una de las batallas más duras para mí ha sido reconciliarme conmigo misma y verme con amor. Recordarme que soy un ser que merece amor partiendo de mí misma. Creo que desde el cuerpo experimento todo sobre lo que hablo. Si yo fuera flaca hablar de la gordofobía sería falso pero soy una mujer gorda desde que tengo memoria y desde que tengo memoria he transitado el hecho de que me digan: te vas a enfermar, te vas a morir. Inclusive la enfermedad que tengo (Síndrome de Hashimoto) no se detectó antes porque la gordofobia médica fue muy dura. Sólo me mandaban a bajar de peso, sólo me mandaban a comer mejor cuando yo lo hago, como bien, hago ejercicio, pero tenía un problema en tiroides bastante grave. Pasé cuatro anos enferma sin diagnóstico. Fue muy duro. Y cómo todo esto que me atraviesa el cuerpo hace que siendo una persona pública pueda darme cuenta que es un asunto de humanas, de que todas las mujeres atravesamos por esto no importa el ícono que te pongan. Para mi es importante hablar por eso del amor, pero no del romántico, sino del que va de ti pa’ ti porque siento que es el acto más revolucionario que podemos hacer.

    Y confiesa:

    “Hay días que me siento mal, que no me quiero poner el top que me pongo siempre cuando salgo al escenario. Pero también siento que es disruptivo que una mujer gorda se presente en un escenario enseñando sus carnes y diciendo: yo no me voy a esconder, escóndanse ustedes y si no les gusta lo que ven voltéense porque esto es lo que soy y si quieres escucharme me vas a escuchar. Y ni me voy a poner más blanca, ni me voy a hacer güera, ni voy a bajar de peso … lo tomas o lo dejas”.

    Audry Funk se presentó el pasado 22 de junio en Berlín y estará el 28 de junio en el Fusion-Festival de Lärz, cerca de Nuevo Brandenburgo; y dará concierto el 5 de julio en Koesk, en Múnich y el 6 de julio en Korn, en Hannover.


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