La empresa francesa Ÿnsect, firma que con gusanos y bichos produce alimentos para consumo humano y animal, trabaja con el gobierno de México en una regulación del sector de insectos comestibles que dé certeza legal a su próxima inversión en el país.
Precisó que de esa tarea se están ocupando especialistas de Corporativo Kosmos, grupo mexicano con el que la empresa gala se asoció hace más de un año para abrir su planta en México.
Actualmente no existe en el país una normativa específica para la producción y comercialización de insectos y sus derivados en diferentes presentaciones, a pesar de las peticiones de una emergente industria nacional y de que México es conocido por su consumo tradicional de más de 500 especies de bichos.
Para el CEO de la firma, la reglamentación de la Unión Europea en la materia es “muy completa y útil” y puede servir de guía a las autoridades de México, como lo ha sido para las de Noruega, Suiza o de algunos países de Asia y Medio Oriente, que la comenzaron a aplicar.
La ley europea, vigente desde 2018, abarca desde el proceso de evaluación sanitaria y autorización hasta las reglas de producción y de etiquetado y venta de productos.
Con una inversión de arranque de “decenas de millones de euros” para implantar en México una granja criadora de gusanos comestibles, la compañía francesa Ÿnsect llegará al país con una apuesta: integrarse plenamente al mercado local y así impulsar el crecimiento de todo el sector.
Comentó que hace dos meses estuvo en la Ciudad de México, el más reciente de los viajes para supervisar los avances del proyecto. En un restaurante del centro de la capital comió un plato de escamoles.
Para la líder mundial de la crianza de insectos para alimento animal y humano, su incursión en México significa un “movimiento estratégico” en sus planes de expansión fuera de Europa. Ello en un mercado internacional con mucha competencia y cuyo valor estimado podría superar los 17 mil millones de dólares en apenas una década.
Por un lado, dice el presidente de la compañia, el mercado mexicano de fertilizantes orgánicos y alimento para mascotas hechos con insectos está en aumento, lo mismo que la producción de nutrientes para el camarón. El año pasado las ventas de insectos comestibles en México alcanzaron los 50 millones de dólares, y se espera un crecimiento de 10 por ciento para este año, de acuerdo con Statista.
Por otro lado, continúa el ingeniero agrónomo de 41 años, Ÿnsect podrá producir a costos más competitivos en su planta mexicana y exportar a Estados Unidos compuestos de insectos para la elaboración de comida para animales de compañía. La empresa ya colabora con marcas europeas que fabrican esos productos y los exportan al mercado estadounidense.
Con su entrada a México y la compra de su primera planta de producción de gusanos en Nebraska en marzo del año pasado, los galos buscan posicionarse como un jugador importante en Norteamérica, la región de mayor dinamismo en la comercialización de alimento para perros y gatos y de fertilizantes naturales.
Otros nichos son menos atractivos para Ÿnsect. A pesar de que los mexicanos son consumidores de insectos por tradición, Hubert explica que la evolución del segmento para la alimentación humana es lenta, y por tanto la compañía no se enfocará en ese terreno a corto plazo, aunque no descarta desarrollar productos de comida típica mexicana, como tortillas, usando harina de gusano.
La empresa parisina incursionará en el país asociada y compartiendo inversión con Corporativo Kosmos.
Expertos en bienes raíces del Corporativo Kosmos se encargan actualmente de encontrar el terreno o edificio, prioritariamente en los alrededores de la Ciudad de México, donde se implantará una “granja vertical” de crianza de tenebrio molitor, una especie de larva de escarabajo que produce Ÿnsect desde su origen y que también se encuentra en el mercado mexicano en la variedad conocida como gusano de harina.
El plan francés es iniciar operaciones en 2024.
La nueva planta creará entre 50 y 100 fuentes de trabajo directo en su primera fase. Los sistemas que se utilizarán en México no serán tan automatizados como los de Francia, donde un sólo criadero puede proveer 100.000 toneladas de harina y aceite de gusano por año. Sin embargo, el sistema “de módulos” de crianza que maneja Ÿnsect en todas sus explotaciones permitirá aumentar la producción mexicana en función de la demanda.
-¿Cuál es la principal dificultad del mercado mexicano para Ÿnsect?, se le pregunta.
-Somos una empresa joven y, además, pequeña, aunque trabajamos en ella 300 personas. Salir a otro país siempre es complejo. Lo hemos visto con nuestras adquisiciones en Holanda y Estados Unidos, que nos han confrontado a la gestión de diferentes culturas empresariales dentro de la empresa. Por eso para nosotros es esencial apoyarnos en socios locales: tenemos mucho qué aprender.